Con este nombre se conocen muchas variantes del juego de cartas conocido simplemente como «póquer». Aunque las reglas pueden variar, el objetivo final de todos es el mismo: aplastar a sus competidores y ganar el máximo dinero posible.
La importancia del póquer ha evolucionado a lo largo de los años desde que se creó el juego. Actualmente, en la mayoría de los países es un juego de azar, pero hay esperanzas de que en el futuro se reconozca como deporte.
Las perspectivas no son tan halagüeñas en Rusia en estos momentos. Aunque el póquer se clasificó oficialmente como deporte en 2007, en 2009 pasó a ser una actividad de entretenimiento con apuestas. Desde entonces, está restringido a ciertas zonas.